Te digo que, ese sábado no lo olvidaré nunca, pese a
las preocupaciones personales que tenía, cuando sentí esa vibración (que
generalmente me asusta), sentí como si estuviera en un sueño, no podía creer
que estaba viendo tu foto, y no quise leer ese mensaje, y volví (porque no lo
podía creer), y si eras tú quien escribía y devolvía la alegría y la esperanza
a este triste corazón que ya no tenía razones para latir.
Y entre esa emoción, mi madre y aquel insoportable y
desesperante vendedor, traté de concentrarme solo en ti, en leer ese mensaje
que después de tanto tiempo por fin llegó, y sé, mi corazón lo sabe, y tenemos
la certeza, que esa fue tu excusa perfecta y me encanto!!!, pero como quise
darte más de mí en ese momento, pero al final mi madre y ese vendedor nos ganaron la partida.
Pero es otro comienzo y me emociona, sentirte cerca,
más ahora, aunque no como todavía quisiera, pero estas ahí, y te sigo esperando
con mucha ansiedad, con todo mi amor, con todo mi calor, con toda mi tibieza
para hacerte feliz, para darte de mí lo que siempre he soñado, mi amor, mi
cariño, mi amistad, mi comprensión.